El piso presentaba una distribución en forma de peine lo que generaba un larguísimo pasillo entre la entrada y el salón.
La intervención se basa en mover la cocina a la zona central del pasillo y dejarla abierta lo que consigue crear un espacio «vividero» en esa zona media acortando las distancias. Además, unimos visualmente el salón y el dormitorio para crear una sensación de amplitud.
Fotografía: @luispena_arqfoto
2022
95 m²
ÁRTICØ
Sandra Íñiguez
AntÁRTICØ
Reformas de vivienda